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Friday 29th of March 2024
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LA VALIDEZ DEL MUT’A(Matrimonio Temporal) - I

 

Profesor Husein Ansariyan  

 

Los ‘ulama’ tanto Sunni como Shiías, están de acuerdo que el mut’a fue permitido en los inicios del Islam. Sin embargo, están en desacuerdo por las razones que fue permitido.

La Opinión Shia

En la Sura titulada “Las Mujeres”, después de enlistar a aquellas mujeres con quien el matrimonio es prohibido, el Corán declara lo siguiente: “… Retribuid como cosa debida, a aquellas de quienes habéis gozado como esposas. No hay inconveniente en que decidáis algo de común acuerdo después de cumplir con lo debido. Dios es Omnisciente, Sabio”. [Sura4:24]. Todos los ‘ulama’ Shiías y algunos ‘ulama’ Sunni sostienen que este versículo, especialmente las palabras: “Aquellas de quienes habéis gozado como esposas” (istamta ‘tum) se refiere al permiso del mut’a. Los Shiías presentan varios argumentos que prueban este punto. [1]

Este versículo fue revelado hacia el inicio de la estancia del Profeta (BPD) en Medina, que duró del año 1/622 al 10/632 antes de la hégira. En ese tiempo, los hombres de Medina solían “buscar placer” de las mujeres por un período de tiempo limitado a cambio de una suma específica de dinero. Por su revelación, este versículo en efecto confirmó la existente situación; y enfatizó que los hombres deben cumplir sus promesas en relación a la suma acordada. En Medina, esta costumbre fue vista como un tipo de matrimonio temporal y fue referida por el término istimta’, la misma palabra empleada en el versículo del Corán- aún y cuando el significado literal de la palabra es “buscar un beneficio” o “tomar placer”. Por lo tanto, el significado del versículo del Corán debe ser entendido en términos del uso convencional del tiempo, que es bien conocido en la ciencia del comentario coránico y la jurisprudencia islámica. El Corán sigue el uso convencional de la gente en todos los estatutos y las prescripciones legales. Si alguien quiere entender una palabra del Corán de otra manera que el significado convencional del tiempo, debe proveer una fuerte razón para hacerlo.

El contexto del versículo también indica que se está refiriendo a un matrimonio temporal. En los versículos anteriores del Corán prohíbe actos de injusticia hacia las mujeres. “¡Creyentes! No es lícito recibir en herencia a mujeres contra su voluntad, ni impedirle que vuelvan a casarse para quitarles parte de lo que les habías dado…” [Sura 4:19]. La interpretación de este versículo más comúnmente aceptada, es que prohíbe la costumbre árabe preislámica de heredar a sus madrastras. Cuando un hombre muere, uno de sus hijos heredará a su esposa, en tanto que ella no sea su propia madre. El hijastro colocará una ropa sobre la esposa de su padre y de ese modo se convierte en su propietario. Si él quisiera se pudiera casar con ella sin pagarle ninguna dote; o podría mantenerla como una prisionera virtual. También podría casarse con alguien más y tomar su dote para él mismo, o prohibirle a ella el casarse con alguien más en tanto que él esté vivo. Si la mujer poseyera una propiedad, él tiene derecho a tomar posesión de la misma. [2]

El siguiente versículo se lee en parte como sigue: “Y si queréis cambiar de esposa y le habéis dado a una de ellas un quintal, no volváis a tomar nada de él…” [Sura 4:20]. En otras palabras, si un hombre se divorcia de su esposa para casarse con otra mujer diferente, él no debe llevarse cualquier dote que le haya dado desde un principio, aún si la dote es muy grande y desea solamente una pequeña parte de ella.

El siguiente tema se refiere en este pasaje al matrimonio de una de las esposas del padre: “… No os caséis con las mujeres con que han estado casados vuestros padres… ” [Sura4:22]. Ambos versículos el 19 y 20 fueron revelados después que Abu Qays b. al-Aslat murió y su esposa heredó y se casó con su hijo Muhsin. El hijo se negó a pagar los gastos diarios de su madrastra y su esposa, no se los daría a ella, ni ella compartiría su herencia o tendría permitido visitar a sus parientes. Ella vino al Profeta (BPD) y le explicó lo que estaba sucediendo; él le dijo que regresara con su esposo y esperara, que quizás Dios enviaría unos estatutos que clarificara su situación. Entonces fueron revelados esos versículos del Corán. [3]

En el siguiente versículo [4:23], el Corán enumera a las mujeres que están prohibidas a los hombres. Estos están divididos en siete tipos de detenciones de relaciones de sangre y siete más de otras causas: “En adelante, están prohibidas vuestras madres, vuestras hijas, vuestras hermanas…” El siguiente versículo añade una decimoquinta categoría de mujeres prohibidas a los hombres: “Y las mujeres casadas, a menos que sean esclavas vuestras…” [Sura4:24]. Continua con palabras citadas arriba: “… Mandato de Dios…” En otras palabras, cualquier mujer que no pertenezca a una de las quince categorías está permitida, ya sea para el matrimonio o la propiedad.    

El siguiente versículo declara: “… Con tal que las busquéis con vuestra hacienda, con intensión de casaros, no por fornicar…” [Sura 4:24]. Esta clausula está en oposición a “todo lo que está más allá”. Esto explica el modo legítimo de buscar relaciones sexuales con mujeres, ya sea como resultado el matrimonio o la compra de esclavas.

La siguiente parte de este mismo versículo declara como sigue: “… Retribuid, como cosa debida, a aquellas de quienes habéis gozado como esposas…” [Sura 4:24]. La frase “como cosa debida” muestra que esta parte del versículo es la conclusión alcanzada por las palabras previas. Esta sección es parte del tema previo, o un ejemplo de ello; en otras palabras, su relación a la sección previa es esa parte que completa el todo, o un ejemplo particular el principio universal; y ya que en la sección previa trata con los diferentes tipos de legitimizar las relaciones sexuales, ya sea por el matrimonio o por la compra de esclavos, podemos concluir que esta sección del versículo es la exposición de un tipo más allá del matrimonio, sin mencionarlo previamente, un tipo que requiere que el hombre pague el salario de su esposa.

El siguiente versículo declara que si un hombre es demasiado pobre para casarse con una mujer musulmana libre, debe casarse con una esclava musulmana; y el siguiente versículo relaciona ciertos estatutos que conciernen a tales matrimonios.

Finalmente, esta sección del capítulo concluye con esas palabras: “Dios quiere aclararos y dirigirlos según la conducta de los que os precedieron, y volverse a vosotros. Dios es Omnisciente, Sabio” [Sura 4:26].

Muchos dichos han sido relatados de los Compañeros del Profeta (BPD) y aquellos que los siguieron (at-taibi’un) confirmando la opinión Shiíta que el versículo 24 de este capítulo concierne al mut’a. Varios de los Compañeros, incluyendo Ibn ‘Abbas, el ancestro de los Califas Abbasidas, Ibn Mas’ud, uno de los primeros en aceptar el Islam y Ubayy b. Ka’b, uno de los escribas de la revelación, sostienen que se han dejado tres palabras de este pasaje en el Corán y que la versión original se lee: “Aquellos que han disfrutado de ellas por un período específico (ila ajal musamma)”. Esto indica con claridad que el versículo se refiere al mut’a. Por ejemplo, ha sido relatado que Ibn ‘Abbas fue preguntado sobre el mut’a: ¿No has leído la Sura de las Mujeres [4]?Quien preguntó contestó: Por supuesto que la he leído, entonces Ibn ‘Abbas respondió: ¿No leíste la parte que diceaquellos que han disfrutado de ellas por un período específico? Y él respondió: No leí un versículo como ese, entonces Ibn ‘Abbas dijo: Juro por Dios, así es como lo reveló Dios, repitiendo esta declaración dos veces”.[4]

En Majma’ al-Bayan, al Tabarsi, el famoso comentarista Shiíta del Corán resume que los argumentos Shiías: la palabra “disfrute” en este versículo se refiere al matrimonio del mut’a, por ejemplo, un matrimonio por una dote específica y un período de tiempo determinado. Esta opinión ha sido relatada de Ibn ‘Abbas y muchos de los “seguidores” de los Compañeros tales como Isma’il b. ‘Abd ar-Rahman al-suddi (d. 127/744-45) y Sa’id b. Jubayr al-Asadi (95/713-14). De hecho, este debe ser claramente el caso, porque aunque las palabras istimta’ y mut’a tienen un significado literal de “placer”, en el lenguaje de la sharia se refieren al contrato del matrimonio temporal, especialmente cuando están seguidos por la palabra “mujeres”. Por lo tanto, el significado de este versículo es: “Cuando sea que redactes un contrato de mut’a con una mujer, debes pagarle su salario”. [5]

La Opinión Sunni.

Como se indico arriba, los Sunnis están de acuerdo que en el inicio del Islam el mut’a fue permitido. Por ejemplo, Fakhr ad-Din ar-Razi (d. 606/1209), el famoso teólogo Sunni escribe en su Gran Comentario sobre el Corán que el mut’a fue en un principio permitido. El Profeta (BPD) hizo “la peregrinación menor” (‘umra) a La Meca, y las mujeres de Meca se prepararon ellas mismas de manera especial para la ocasión. Algunos de los Compañeros se quejaron sobre la gran separación de sus esposas por lo que el Profeta (BPD) contestó: “Entonces vayan y disfruten (istimta’) a esas mujeres”. [6]

Esos Sunnis que sostienen que el versículo del Corán mencionado arriba [4:23] en verdad se refiere a la permisibilidad del mut’a que también mantiene que el versículo fue subsecuentemente abrogado (naskh) por otros versículos del Corán. Ellos ofrecen tres argumentos para probar su punto: otro versículo coránico, el sermón de ‘Umar prohibiendo el mut’a y el hádiz del Profeta (BPD) trasmitido por los Compañeros. Los Shiías rechazan cada uno de estos argumentos.

1.      El Argumento Coránico

Los Sunnis argumentan que el acto sexual está prohibido excepto con la propia esposa o una esclava a razón del versículo: “Bienaventurados los creyentes, que hacen su azalá con humildad, que evitan el vaniloquio, que dan el azaque, que se abstienen de comercio carnal, salvo con sus esposas o con sus esclavas, en cuyo caso no incurren en reproche” [Sura 23:1-6] [7]. De acuerdo a la esposa del Profeta (BPD) ‘Aisha y otros: el Mut’a está prohibido y abrogado en el Corán donde Dios dice: “quienes guardan sus partes privadas… “[8]

El argumento Sunni continúa al señalar sin ninguna pregunta que una mujer que disfruta a través del mut’a no es una esclava. No es su esposa, por varias razones: si ella fuera su esposa, ella y su esposo heredarían uno del otro, ya que Dios dice: “A vosotros os corresponde la mitad de lo que dejen vuestras esposas…” [Sura 4:12]. Pero cada uno está de acuerdo que el mut’a no involucra los temas de la herencia. Si ella fuera la esposa, el niño pertenecería al esposo, ya que de acuerdo al Profeta (BPD): “El niño pertenece a la cama”, pero otra vez este no es el caso. Finalmente, si ella fuera la esposa, sería necesario para ella mantener el período de espera, ya que es ordenado por Dios [Sura 2:234]; pero tampoco es el caso.

Ya hemos visto que algunos de esos argumentos, tomadas del Gran Comentario de ar-Razi, de hecho no aplica al mut’a como lo entiende el Shia. Sin embargo, tal vez esto será útil para ver como es la respuesta Shia para cada reclamo Sunni:...(ver la continuación en archivo pdf)

 

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